Con el número de patente US 2008/0086318, el sistema tiene tres elementos. Por un lado, la patente especifica hasta el más mínimo detalle la parte de software. Por lo que se puede ver en las imágenes registradas y su explicación, el usuario, antes de ponerse a jugar, tiene que responder un amplio cuestionario sobre su estado de salud física y también mental. Además se le podrían hacer otras cuestiones sobre su situación personal, nivel de ingresos, intereses, hobbies e, incluso, religión. Con toda la información, el sistema diseña unos objetivos y una agenda para conseguirlos.
Desde pesas a yoga.
Los programas más sencillos muestran en la pantalla fases de calentamiento, ejercicio y estiramiento. Pero las posibilidades son tantas como disciplinas individuales tienen los juegos olímpicos. Incluso también podría tener deportes no olímpicos, como el yoga, pilates o el tai chi. El nivel de detalle es muy grande. A la hora de hacer pesas, por ejemplo, indica cuantas levantadas hacer, durante cuanto tiempo o la postura más adecuada para conseguir el mayor rendimiento posible sin hacerse daño.
El programa guía al usuario mediante imágenes e iconos que van apareciendo en la pantalla. Para animarle, también puede reproducir canciones acordes con el ejercicio o mensajes de ánimo. Incluso, la patente prevé un sistema de recompensas, que podrían ser en metálico o puntos.
Aunque, como en toda patente, la versión final que se comercialice no tiene porqué llevar todos los elementos, en esta fase inicial también se habla de una serie de sensores. Un podómetro, acelerómetros, tensiómetro, GPS y otros dispositivos se encargarán de monitorear el rendimiento del usuario. Mediante una conexión inalámbrica, mandarán los datos al programa, que puede estar instalado en un iPod u otro dispositivo portátil que diseñe Apple.
El tercer elemento de este sistema es el servidor. El ordenador personal del usuario podrá gestionar la información previa introducida y los datos de rendimiento para, si fuese necesario, ofrecer ejercicios alternativos u objetivos menos ambiciosos. La patente habla incluso de la posibilidad de que exista un servidor central que, siempre con la autorización del ususario, pueda albergar la información para que sea revisada por un familiar, entrenador o médico.
Pero sería erróneo considerar a esta propuesta de Apple un mero entrenador virtual. Lo suyo es más diseñar o reforzar estilos de vida saludables. Así, en otras partes de la patente se habla de la posibilidad de encuestar al usuario por sus hábitos alimenticios, sus intolerancias alimentarias o filosofías dietéticas para diseñarles qué, cuándo y cómo comer. Tiene previsto incluso que se le pueda conectar un lector de códigos o etiquetas de los alimentos.
Fuente: publico
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